Una Revolución sin sangre

He elegido escribir acerca de este tema porque lo considero inminente dados lo últimos acontecimientos en la historia política de nuestro país. Pero hago la aclaración que este no es un artículo acerca de política ni pretende serlo porque la política ha sido utilizada perversa y asquerosamente en beneficio de una minoría la cual a través de los años desde la república ha gobernado para los grupos de poder que no han sabido mas que oprimir al pueblo, oprimir a la mayoría, sí a la mayoría.

Y esta paradoja ha sido el formato al cual lamentáblemente nuestra patria ha tenido que ajustarse chantajeada por unas cuantas migajas de pobreza, por unas tristes promesas al final incumplidas, discriminación y olvido. 

El mundo ha vivido hechos históricos de luchas, de revoluciones por justos o injustos reclamos y reinvindicaciones de diverso carácter, entre ellas las luchas por reinvindicaciones sociales. 

Éstas luchas generalmente en latinoamérica se han visto enturbiadas por tener una connotación no solamente de carácter social, sino también alimentada por una lucha de clases y racismo a la vez, lo cual hace a latino américa un modelo exclusivo que rebasa ,como se ha comprobado a lo largo de los años, a cualquier estrategia y plan de acción que se se haya querido adoptar en el afán de solucionar este caos que tantas vidas y tanta sangre ha costado.

Quienes han gobernado al país para la minoría so pretexto de mejorar los niveles de vida con resultados desatrosos han cumplido ya por demás el triste papel que les ha tocado en la historia causando en forma alarmante mayor pobreza, mayor desigualdad, mayor abandono, mayores diferencias sociales, mayor discriminacion racial aunque los índices manejados o manipulados que los organismos del estado publican tratan de hacernos creer lo contrario. Por ello la verdad es relativa.

Sin embargo el pueblo, hablo entonces de la mayoría, se mantiene en la misma encrucijada de siempre cuando pone en duda su identidad en los momentos que la historia reclama con derecho nuestro presencia, nuestra voz, nuesto voto, nuestro grito, nuestra actitud.

Insurgencia!

Insurgencia denota una actitud que individualizada se traduce en insurgente, una persona con una actitud insurgente, insurrecto, sublevado, rebelde, son los sinónimos en el diccionario de la lengua española.

La insurgencia se ha visto por lo general empañada en hechos de sangre, en levantamiento en armas, en hechos de fuerza, violentistas, revoluciones que en el extremo han devenido en guerras internas. Pero no, insurgencia no necesariamente implica un hecho de fuerza por decir lo menos, no en este país.

Insurgencia es una actitud para una revolución sin sangre!, es un aprender por el absurdo, es una aprender desde un resultado incorrecto, desde un resultado erróneo, equivocado, desastroso, repetidamente comprobado, en nuestra patria a través de su historia.

Insurgencia para una revolución sin sangre es aprender del mal ejemplo y para ello ya no necesitamos empuñar mas armas, ni asesinar compatriotas, ni asesinar gente inocente.

Insurgencia para una revolucion sin sangre es prepararnos para ganar la batalla de la vida, para ganar la batalla de una generación, para ganar la batalla al tiempo perdido que nos abrirá nuevamente esperanzas y nos devolverá la autoestima a fin estar en capacidad de conducir los destinos de nuestra existencia, de nuestra familia, de nuestro hogar, de nuestra comunidad, finalmente de nuestra patria.

Insurgencia para una revolución sin sangre es aprender por el absurdo en todos los niveles y ámbitos de nuetra vida, de los malos hermanos,de los malos padres, de los malos amigos, de los malos profesores, de los malos jefes, de las malas autoridades.

Insurgencia para una revolución sin sangre es tomar el mal ejemplo como modelo a no seguir a no imitar y a la historia de nuestro país lamentablemente le sobran ejemplos de este tipo, hasta en la actualidad.

Hablar de insurgencia en nuestro país en donde la presidencia la ocupa un individuo que fue procesado por la justicia y que con extraños ardides ofrecidos por un complaciente poder judicial hoy, tristemente conduce los destinos del país, es un derecho, es una obligación moral.

Qué podemos esperar en las líneas de autoridad inmediatas que llegan hasta la expresión más representativa de una sociedad que es la familia y un hogar. Qué podemos esperar de las instituciones tutelares de la patria.

Colegios, Universidades, Gremios, Sindicatos, comunidades!, 

Es hora de encausar nuestros destinos aprendiendo del absurdo, del mal ejemplo, así formaremos una generación imbatible, incorruptible, consecuente con sus principios, responsable, que represente a este Perú andino, a este Perú milenario contradictoriamente olvidado.

Insurgencia!, para una revolución sin sangre, estoy seguro será el camino mas corto para desterrar el abuso la opresión y el olvido de nuestro pueblo.

Observa con atención, quiénes son tus malos ejemplos, has espíritu de cuerpo con la gente que piensa como tú y espera el momento oportuno que el destino tarde o temprano te otorgará.

Insurgencia!

Pushaqwari,  06 de junio 2009

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